MUJERES DE VINO

Una gran revolución se está viviendo en los últimos años dentro del mundo del vino, en todo el planeta y también por contagio en nuestro país. Uno de los detonantes principales de este cambio, son las mujeres. Mujeres jóvenes, bien formadas, con mucha pasión, con ganas de trabajar y de hacerse con su sitio, ese que se les ha negado durante siglos. Las mujeres españolas, están impulsando y revitalizando el viejo oficio de hacer vino, mejorando las formas de acercarse a él, y también descubriendo e investigando en nuevas fórmulas de comercialización. 

En la actualidad en nuestro país nos podemos encontrar con un nutrido grupo de viticultoras, enólogas, sumilleres, periodistas, comunicadoras especializadas. Están en las tiendas, las empresas de distribución, en las consultorías gastronómicas, han llegado en definitiva a todos y cada uno de los momentos del vino. Esto a mi parecer está mejorando mucho el encorsetado mundo del vino ¡¡español, español, español!!

 Es el mundillo del vino en nuestro país, un tanto retrogrado, machista y me atrevería a decir clasista. Clasismo y machismo que muchas mujeres también han defendido, y defienden sin reparos, ni contradicción alguna, todo hay que decirlo.

En este artículo, me voy a centrar en las jóvenes promesas, en el presente y el futuro, sin olvidarnos del pasado.

A las pioneras del siglo pasado, les tenemos que agradecer su presencia y su existencia, tal vez sin ellas no podríamos hablar del momento actual.   

 A finales del siglo XX eran pocas las mujeres en puestos de responsabilidad dentro del mundo del vino. Las pocas que había pertenecían a grandes familias bodegueras, eran hijas, esposas o viudas de bodegueros, que heredaban y continuaban el negocio familiar. Entre otras nos encontramos con: Mercedes y M.ª José López de Heredia, Xandra Falcó, Pilar Plá Pechovierto (Maestro Sierra), Marimar Torres, Adriana Ochoa, Victoria Pariente o Mar Raventós...       

Entre las enólogas, contamos con mujeres de todos conocidas como, Daphne Glorían, Sara Pérez, Paola Medina, Almudena Albercas, primera mujer Master of Wine española. También quiero acordarme de otras menos conocidas, artesanas del vino, que a mi corto entender hacen vinos muy interesantes además de diferentes, emocionantes y libres, Esmeralda García, Beatriz Herranz, Verónica Ortega, Nuria Renom, Victoria Torres, y muchas más que están gestando desde sus pequeñas bodegas una nueva forma de ser, sentir y entender el Vino...

Dentro del mundo del periodismo, de la comunicación, encontramos mujeres como, Isabel Mijares o Cristina Alcalá, con una dilatada carrera, y también otras como, Patricia de Golferichs, Ruth Troyano, Aleida López, Eva Ballarín, Carmen Artola, Ana Escobar, Clara Isamat o Paqui Espinosa, que se están haciendo su hueco utilizando las nuevas tecnologías, su gran pasión, y un amor infinito por todo lo que huele a vino. 

En el mundo de la sumillería son muchas y muy destacadas, Susan Barros, María José Huertas, Pilar Cavero, Meritxell Falgueras, Ruth Troyano, Beatriz García del Pino, Clara Isamat. Un potente ejército de profesionales, capaces de transmitir su conocimiento y su amor por este humilde a la vez que sublime Arte de la Sumillería. Son todas estas Mujeres de Vino con gran carisma y personalidad, que nos hacen disfrutar de la buena mesa y de todo lo que en ella se comparte.                             

Como podéis observar con esta pequeña muestra, la presencia de la mujer en el mundo del vino español es mucha y muy variada. Necesito decir que lamentablemente, las mujeres han estado siempre ahí, silenciadas, apartadas, excluidas. Pero incansablemente ahí, esperando su oportunidad. Hoy gracias al empuje de muchas mujeres de nuestro pasado, a proyectos educativos de los años 80, 90 del siglo pasado, gracias a la lucha feminista, y  a las políticas de igualdad, podemos decir que en el mundo del vino la conquista, la presencia de las mujeres es todo un éxito. Para mí, la gran revolución de las MUJERES DE VINO está íntimamente relacionada con los cambios que las feministas han impulsado en el siglo XX, y en los primeros años de este esperanzador siglo XXI.                                            

No me quiero olvidar de los hombres sensibles con la lucha feminista, padres, compañeros, hijos, hermanos, amantes, que han sabido aceptar, impulsar, ayudar en todo lo posible, para que las mujeres estén ahí, a la misma altura, con los mismos derechos y obligaciones. Me atrevo a decir que sin la complicidad de muchos hombres no hubiera sido posible iniciar esta transformación. 

Solo me queda dar las gracias a todas las personas que con su respeto y generosidad hacen posible la convivencia dentro del mundo del vino. Gracias a todes por existir, y por hacer la Tierra un poco más habitable, amable, disfrutable, un poco más justa, rica y divertida.

Por supuesto no quiero decir con estas palabras, que estemos viviendo en un mundo de justicia e igualdad, evidentemente aún no hemos llegado a eso, tan solo me atrevo a decir que estamos en el camino...

 ¡¡¡GRACIAS MUJERES DE VINO!!! 

Aquí os dejo algunos enlaces que creo os pueden interesar.

¡¡¡SALUD!!!

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